Ensayo sobre la ceguera de José Saramago (Libro)

Ensayo sobre la ceguera es un libro que había pasado por mis manos hace mucho tiempo. Recuerdo que siendo adolescente lo encontré en un librero de uno de mis hermanos, y si mal no recuerdo, hice un vago intento de leerlo, pero en aquel entonces mi hábito de lectura era muy malo o casi nulo.

Es un libro de volumen promedio (un poco más de 400 páginas) que disfruté mucho leer. Nunca había leído un libro de su autor y me pareció interesante la forma en que Saramago redacta sus novelas. Resulta que la novela completa está escrita en párrafos, es decir, que no utiliza la forma convencional de iniciar las conversaciones con guiones (-) y en nueva línea, sino que los pensamientos del narrador y las conversaciones están unidos en un mismo párrafo, separadas por comas, y diferenciamos cuando la conversación cambia de interlocutor porque éstas inician en mayúscula. Al principio resulta algo incómodo y provoca que en ocasiones uno pierda el hilo o la noción de qué personaje es que está hablando, pero con el tiempo uno se acostumbre e incluso facilita a una lectura más rápida.

Ya entrando en materia, imagínense que están en su vehículo frente a un semáforo en rojo esperando que haga cambio de luz y de repente quedan ciego, pero no una ceguera oscura, sino espesa y blanca, “como estar sumergido en un mar de leche”. Así inicia esta fascinante historia, en un país o ciudad cuyo nombre nunca es mencionado, esta ceguera se expande como epidemia, alcanzando desde la aristocracia hasta la plebe.

La historia se desarrolla en tres partes, iniciando con los primeros infectados, luego el brote y el caos, y por último la supervivencia.

El autor utiliza una prosa impecable con pinceladas de poesía, que hacen de la lectura un proceso placentero. Las descripciones tan detalladas provocan que casi percibamos los olores y que desarrollemos sentimientos por los personajes.

Saramago logra exponer de forma visceral la verdadera naturaleza humana, mostrando que no nos diferenciamos mucho de los demás animales cuando nuestro sentido innato de supervivencia nos conduce realizar acciones que no caben dentro del marco de raciocinio “normal”, cómo empezamos a desarrollar los demás sentidos cuando carecemos de otro.

Quizás no era la intención del autor, pero la lectura de este libro provocó que pondere un poco sobre lo afortunado que somos los que tenemos todos nuestros sentidos en perfecto funcionamiento; la dicha de poder levantarnos y ver a la cara a nuestros seres queridos, poder leer un libro, ver el sol salir en la mañana, la lluvia caer sobre el asfalto; son situaciones que damos por triviales, pero para muchos son sueños imposibles. Por eso amo la lectura, porque cada libro que termino me abre más los ojos, me hace apreciar mejor la vida, me hace menos ignorante y me muestra lo afortunado que soy en muchos aspectos, cosas que a veces pasamos por alto con el trajín del día a día.

Lectura 100% recomendada.

Casi lo olvidaba, en el año 2008 fue adaptada a la pantalla grande, así que después de terminar su lectura también pueden deleitarse un poco más viendo la película.

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